viernes, 4 de enero de 2013

Cómo tomar un taxi en Rusia


Tomar un taxi en Rusia es una de las cosas que más me ha sorprendido. En principio, porque la supremacía de taxis truchos frente a los oficiales es abismal. No tengo los datos de San Petersburgo, donde estoy viviendo, pero sí de Moscú: se calcula que existen 15.000 taxis oficiales y 45.000 ilegales.
Los taxis no son caros. Un taxi oficial desde mi casa al aeropuerto (15 km) cuesta  540 rublos (18 dólares).
El hecho de que en Rusia cualquier auto pueda ser un taxi es un fenómeno que parece haber comenzado en los años 90, cuando el colapso de la Unión Soviética obligó a millones de personas a buscarse la vida de cualquier manera. Desde entonces, ha sido difícil regular el sector.
Un dato curioso es que desde 1917 a 1929, tras la Revolución de Octubre, desaparecieron los taxis en Rusia, porque los autos fueron confiscados para uso del Ejército Rojo y del gobierno.
Para tomar un taxi en Rusia, lo único que hay que hacer es pararse en la calle y hacerles señas a los autos, ¡a todos los autos! Es como viajar a dedo pero dentro de una ciudad, y obviamente pagando.
En pocos minutos se detienen varios coches y se negocia el precio, los regateos duran un par de minutos y más de una vez, un segundo auto se estaciona detrás, esperando “el fracaso de las negociaciones con el primero”. Muchos de los taxistas son de Asia Central, especialmente de Tayikistán, inmigrantes que muchas veces no conocen la ciudad y a los que hay que explicarles cómo llegar. Por supuesto, cuanto mejor uno hable ruso, más barato el precio.
 Los modelos van desde autos modernos hasta los históricos Lada, sobrevivientes de la URSS. El riesgo es cero. En los meses que llevo acá, nunca he oído de alguien que haya tenido una mala experiencia, ni he escuchado un insulto por no llegar a un acuerdo en el precio. Incluso he visto a chicas solas, a las 4 de mañana, subirse a un auto donde ya había otro pasajero. Si el destino es el mismo, no hay problema.
La seguridad en Rusia es envidiable. De hecho, yo vivo en el centro y la puerta de calle de mi edificio no tiene llave, está siempre abierta. De vez en cuando algún borracho se mete y duerme en la entrada, nadie dice nada.  
Leí que en 2012 entró en vigencia una regulación para limitar la cantidad de taxis truchos. Con mi rudimentario ruso se lo comenté a un taxista de Turkmenistán, y me dijo que es imposible, y me lo graficó así: “Si ahora nos para la policía, como este auto no tiene identificación de taxi, no hay forma de demostrar que yo te estoy cobrando, les decimos que somos amigos y listo. ¿Somos amigo, no?, me preguntó poniendo cara de Robert de Niro en Taxi Driver, me guiño un ojo y se rió.  

Taxis en el mundo

A la hora de contar anécdotas sobre viajes en taxi, la mayoría de los taxistas no salen bien parados. Sin embargo, la verdad es que en esa situación potencialmente tensa, donde dos desconocidos que no compartirían un momento de sus vidas en otro ámbito viajan juntos en  un reducido espacio durante un rato, generalmente hay un final feliz –el pasajero llega a destino y el taxista se gana unos mangos-.
Un viaje en taxi en otro país es, habitualmente, una situación en la que existe un alto riesgo de ser estafado, pero raras veces peligrosa más allá del sobreprecio. Al fin y al cabo, matar o violar turistas en gran parte del mundo sería casi como atentar contra la gallina de los huevos de oro.
Sin embargo, los engaños suelen tener distintos ribetes. En Bangkok, por ejemplo, existen los famosos Tuc Tuc (motos viejas convertidas en triciclos con toldos), los conductores ofrecen viajes a precios irrisorios pero en vez de llevarte directamente al lugar indicado, durante el trayecto hacen varias “paradas” en joyerías y sastrerías, te hacen bajar unos minutos para que al menos eches un vistazo y, si el turista muestra un mínimo interés en comprar algo, al tipo le dan unos vales que puede cambiar por combustible.
En India, observé varios casos sobre los conocidos “arreglos” entre taxistas y dueños de hoteles de mala muerte; el taxista ofrece un viaje a un precio muy bajo, y recurriendo a distintas artimañas lleva al pasajero al hotel del amigo. Este truco incluso puede afectar a turistas que ya tienen reservado un hotel, porque, por ejemplo, si vas a Agra, la ciudad donde está el Taj Mahal,  y le decís al rickshaw “llevame al hotel Gandhi”, que está recomendado por una guía de viajes, el tipo te lleva efectivamente al Gandhi, pero no al que vos querías, sino a un hotel con el mismo nombre creado especialmente para “cazar” turistas que se basan en las recomendaciones de guías de viaje.
En New York, a una amiga el taxista le trabó la puerta tras haber pagado, y no la dejó bajar hasta que le dio una propina. En Cuba, lo que importa no es el precio sino el placer de hablar con un cubano en un lugar donde nadie lo puede escuchar, y en Buenos Aires, se sabe, son innumerables los casos de turistas estafados en el viaje desde el aeropuerto al centro. No veo solución al problema hasta que exista un tren que una Ezeiza con el centro porteño. Por otra parte, a favor de los tacheros porteños hay que decir que amenizan los viajes con jugosas conversaciones.
En Colombia, me sorprendió la honestidad de los taxistas y me gustó  el sistema del aeropuerto de Bogotá (hay una ventanilla, indicás el destino, te dan la tarifa, te asignan un auto, y se le paga al conductor la tarifa prefijada al llegar a destino).
En China y Japón casi todos los taxis tienen tv, pero los taxis japoneses tienen un detalle: la puerta del pasajero se cierra y abre automáticamente.
En Alemania pasé siete años y no tengo ninguna anécdota ni recuerdo de viajes en taxi, lo que ratifica la teoría que demasiado orden puede llevar al aburrimiento y la depresión. 



Tuc Tuc en Bangkok.

Taxi en Tokyo.


Rickshaws en Jaipur, India.

1 comentario:

  1. Mejor ni hablar de la situación de los taxis en barcelona, raro es el taxista q no " roba " ( y cuando digo roba quiero decir aumenta el precio de la carrera ) para poder hacer la hoja y poder pagar las facturas a final de mes... Al final, hablas con ellos y lámentablemente te dicen q lo hacen por necesidad, ante eso, que vas a decir??

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