Hace un tiempo
me ofrecieron un trabajo en San Petersburgo, que consistía en ir de vez en
cuando a un café céntrico, elegante, donde se suelen hacer exhibiciones o
charlas literarias. La idea era presentarme como hablante nativo de español,
anunciar mi presencia como si se tratara de un evento, una cosa tipo “Practicá
tu español con Mauro V." y seguían un par de frases donde se elogiaban mi experiencia
como profesor de español, mi visión del mundo por los viajes realizados, etc. Me
iban a pagar un monto que dependía de la cantidad de gente que se acercara al “evento”.
Después fue difícil concretarlo por la incompatibilidad de horarios, y me
olvidé del tema. Pero hoy, leyendo un artículo en un diario ruso, me vino a la
memoria esa historia, porque recordé que la chica que me había propuesto el
trabajo me dijo que era un lugar donde las consumiciones eran gratuitas y la
gente pagaba ¡por minuto! El dato me sorprendió y hasta pensé que entendí mal, y cuando me dijo lo que cobraban, supuse que había alguna trampa, o
que me estaban dando una parte de la información y faltaba algo que le diera la
viabilidad comercial a la idea. Mi primer pensamiento fue: no puede ser, porque todos irían a tomar y comer algo rápidamente por un monto que no alcanzaría ni para cubrir los costos.
Viajando, a
veces escuchamos historias curiosas, insólitas, pero yo muchas veces las
deshecho después de haberlas oído porque entre la barrera idiomática y la
cantidad de locos que andan por el mundo contando mentiras, o exagerando
verdades para que se conviertan en historias relevantes, muchas veces siento
que si repitiera la historia estaría contando muy probablemente una patraña, o
en el mejor de los casos, una verdad a medias.
Resultó ser
que el sistema del café donde se paga por minuto era tal cual me lo habían
descrito, y ahora parece ser que esos lugares se están poniendo de moda en las
ciudades grandes de Rusia e incluso en Ucrania.
Entrar a
uno de estos lugares cuesta entre uno y dos rublos por minuto, depende de la ciudad.
En Moscú ya hay una cadena, se llama Циферблат (palabra de origen alemán –Zifferblatt- que significa
la esfera del reloj), el minuto cuesta dos rublos (unos cuatro dólares la hora) , y después de la primera hora, el precio se
reduce a la mitad. La página de internet (sólo en ruso) es http://ziferblat.net
Cafés para relajarse, pasar un buen rato y cero estrés.
Los cafés
tienen asientos cómodos, wifi, no venden alcohol y está prohibido fumar. Esto último, es un hecho casi milagroso en
Rusia, país hostil para no fumadores como pocos en el mundo.
En estos
locales, también llamados “anticafés”,
hay juegos de mesa como ajedrez y backgammon, y uno se puede servir todas las
veces que desee café, té, galletitas, tortas, etc. También, si uno quiere,
puede llevarse la propia comida, esto permite que la gente se reúna para celebrar
cumpleaños y eventos de ese tipo. En los últimos meses han aparecido cafés con
el mismo estilo pero donde ofrecen videojuegos y karaoke.
Obviamente,
el público en general es gente relajada, y con ganas de cultivar el espíritu mediante largas charlas. Más que comprar tiempo, como podría interpretarse en una
primera lectura, la idea es bajar un cambio, apoltronarse, disfrutar del
diálogo y la buena compañía, y no mirar la hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario